domingo, 22 de febrero de 2015

Un año más, Carnavales 2015

¿Este año no salgo en carnavales?. La verdad, es qué no se cuantas veces me lo he preguntado. Creo que debe de andar en torno a los 4 años que no me animo a participar en el evento, salir con los amigos, pasarlo bien y demás "incomodidades llevaderas", por supuesto, en épocas festivas.

Sentado delante de mi ordenador, dando una ojeada a Facebook, me percaté de que ese día era el primer viernes del Carnaval 2015 en Santa Cruz de Tenerife. ¿Cómo?, muy fácil. En una publicación de una amiga aparecía el maestro Yoda haciendo alusión a el mal olor que se generan en algunas calles de Santa Cruz en esta época, gracias a las personas que hacen sus necesidades al aire. No pude hacer nada más que sonreír.


 
En seguida, empezó la recurrente "preguntita" en mi cabeza: "¿este año no salgo?". Y es qué llevo ya, unos cuatro que no participo. Los amigos llamando para preguntar, otros utilizando incluso "amenazas", el ruido de la gente alterada por esas fechas, ... y es qué siempre me es tan familiar todo esto.

Pasando los días, te vas diciendo: "salgo el lunes", "no mejor el sábado de piñata", y cuando me doy cuenta se han ido sin salir a pasarlo bien. El recuerdo que siempre guardo es el de las personas que no conoces de nada y se paran a bromear contigo. Esa es realmente la magia de esa época. Puedes hablar con quién quieras, al menos lo recuerdo así. La predisposición a pasarlo bien se palpa en el ambiente, siempre con tono divertido rozando lo absurdo.

Aunque no me decidí a salir (lo siento amigos, no cedí ante vuestras presiones), si puedo decir que vi de cerca parte de lo que recuerdo. ¿En qué momento se me ocurrió coger el tranvía un domingo de piñata temprano?. Lleno a tope, como sardinas en lata. Ocho de la mañana y venía lleno de gente disfrazada y ya de retirada a casa. (a alguno le quedaban ganas de más). Conseguí entrar en un vagón y otra sensación "carnavalera" vino a mi mente. Esta vez fué la de "precaución", y es qué por momentos en aquel tranvía tan lleno en dirección a La Laguna, noté un atisbo de descontrol, de "posible tragedia".

Dos tranvías encadenados, llenos de personas que regresan de una larguísima noche, en movimiento y con cierta claustrofobia en su interior. No me gustó nada, diversión si pero con precaución, y más por parte de los organismos públicos, qué se limitaron a "controlar" el acceso al medio de transporte solo en la parada de comienzo del trayecto (ante todo cobrar el billete).  Aún así, el próximo año seguro que salgo... creo.


JuanJo Yanes

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